Adalberto Álvarez

La Habana, 1 sep (Prensa Latina) Con un besito de amor, como una de las conocidas piezas del músico cubano Adalberto Álvarez, el pueblo de Cuba y más allá de fronteras recuerda al llamado Caballero del Son a dos años de su fallecimiento.

Adalberto Álvarez (1948-2021), Premio Nacional de Música en 2008, labró una carrera llena de éxitos musicales, y en sus últimos años dedicó mucho empeño para lograr que cada 8 de mayo se celebre el Día del Son Cubano.

En octubre de 2020 se declaró oficialmente esa efeméride como un homenaje a un género vocal e instrumental de grandísima popularidad e influencia dentro y fuera de la isla, en un día que coinciden el nacimiento de Miguelito Cuní (1917-1984) y Miguel Matamoros (1894-1971), íconos soneros.

La iniciativa partió del camagüeyano Adalberto Álvarez, fuerte defensor y promotor de esta expresión músico-danzaria que tanto hace mover los pies y el corazón de los bailadores.

Álvarez estudió en la Escuela Nacional de Arte desde 1966 hasta 1972 y también fue profesor de Literatura Musical en la escuela Provincial de Arte de su urbe natal.

Ejecutó la paila desde sus inicios, con el paso de los años se desarrolló como arreglista y compositor y fue fundador de dos de las más exitosas bandas cubanas de todos los tiempos: Son 14 y Adalberto Álvarez y su Son.

Se conocen en el mundo entero y se siguen disfrutando en plazas y sitios de baile temas como A Bayamo en coche, A bailar el toca toca, El son de la madrugada, Son para un sonero, Y qué tú quieres que te den y Para bailar casino, entre otros muchos de su autoría.

El maestro recibió varios premios y reconocimientos como la Orden “Félix Varela”, el Premio Cubadisco en 2006 por el fonograma Mi Linda Habanera en la categoría música bailable actual, El Premio Nacional de Música de Cuba en el 2008 y la Distinción Gitana Tropical de la Dirección Provincial de cultura de La Habana en 2013.

Además, fue nominado a los Grammy Latino en 2011 de la Academia Latina de Artes y Ciencias de la Grabación de Estados Unidos, como también por el CD El son de altura, en mejor álbum tropical tradicional.

Con su partida el 1 de septiembre de 2021 la música popular cubana perdió físicamente a uno de sus más genuinos representantes y los bailadores a uno de sus artistas más apreciados, pero quedó para siempre su arte imperecedero y muchos de sus temas que ya son clásicos en el panorama musical.