Eusebio Leal

Sencilla y cariñosa como el hombre capaz de hacerla renacer del deterioro del tiempo, la bella Habana, Patrimonio de la Humanidad, mostrará siempre a sus habitantes y visitantes la huella creadora de Eusebio Leal Spengler, su historiador y el defensor más apasionado de la vida de sus calles y su gente.

El 31 de julio de 2020 falleció, meses antes de cumplir 78 años, el destacado historiador, enemigo de las chapucerías y exigente ante lo mal hecho, al cual los vecinos de la Habana Vieja le llamaban por su nombre, Eusebio, en sus caminatas diarias por sus calles. Todo el pueblo de Cuba lo conocía por las interesantes explicaciones televisivas de su andar por las calles, edificios y fortalezas coloniales de La Habana y como presidente de la Red de Oficinas del Historiador y Conservador de las Ciudades Patrimoniales de Cuba.

Como intelectual, ensayista e investigador histórico, Leal era Doctor en Ciencias Históricas de la Universidad de La Habana, Máster en Estudios sobre América Latina, el Caribe y Cuba, y especialista en Ciencias Arqueológicas.

Fue reconocido con Doctorados Honoris Causa por numerosas universidades del mundo, pronunció conferencias magistrales y académicas en 88 altas Casas de Estudios, Museos e Instituciones Científicas de Cuba, América del Norte, América Latina, el Caribe, Europa y Asia, en representación de Cuba visitó oficialmente 47 países y recibió en su vida 99 condecoraciones otorgadas en Cuba, por instituciones internacionales y numerosas naciones del mundo.

Leal nació en La Habana el 11 de septiembre de 1942.

Ocupó altos cargos en diversas instituciones científicas y diplomáticas, fue embajador de Buena Voluntad del sistema de las Naciones Unidas y asesor sobre La Erradicación de la Pobreza del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Fue miembro de número de la Academia Cubana de la Lengua y el 12 de octubre de 2019 fue reconocido como miembro de la Academia Estadounidense de las Artes y las Ciencias.

De formación autodidacta, Leal comenzó a trabajar en 1959 en la Administración Metropolitana de La Habana, donde alcanzó el nivel de sexto grado. Como otros jóvenes interesados por la Historia, fue acogido por Emilio Roig de Leuchsenring (1889-1964), y orientado por él en su vocación. En 1967, a los 25 años, fue designado Director del Museo de la Ciudad de La Habana, sucediendo en su cargo al Doctor Roig.

Sin haber obtenido oficialmente más nivel escolar, luego de una intensa preparación presentó exámenes de suficiencia académica en la Facultad de Filosofía e Historia de la Universidad de La Habana, los cuales le permitieron ingresar a ese centro de altos estudios por Decreto Rectoral para cursar la Licenciatura en Historia en 1974, la que concluyó en 1979. Cursó estudios de postgrado sobre restauración de Centros Históricos, con beca conferida por el Ministerio de Relaciones Exteriores de la República Italiana. 

En 1981 se le confirió la responsabilidad de conducir las obras de restauración del Centro Histórico de La Habana, que incluyó la Fortaleza de San Carlos de La Cabaña y, más tarde, en el Castillo de los Tres Reyes de El Morro. Conforme a la declaración de la UNESCO el perímetro de las antiguas murallas y el Sistema de Fortificaciones para la defensa de la ciudad fue inscripto en el Índice del Patrimonio de la Humanidad en 1982 con el número 27. Desde el año 2010, la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana estuvo a cargo de la restauración del majestuoso Capitolio Nacional de Cuba. 

En su vida política, sin abandonar sus creencias religiosas, Leal fue miembro del Comité Central del Partido Comunista de Cuba desde el IV Congreso y Diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular en la IV, V, VI, VII, VIII y IX Legislaturas, en ambos hasta su muerte. 

Falleció en La Habana el 31 de julio de 2020 a los 77 años, víctima de un cáncer de páncreas. De conformidad con su familia, sus restos mortales descansarán en el pequeño jardín Madre Teresa de Calcuta, al fondo de la Basílica Menor del Convento de San Francisco de Asís en La Habana Vieja, al lado de las de su madre, cuando la pandemia de la COVID-19 permita rendirle el merecido homenaje popular en el Capitolio Nacional.