Ciencia y producción agrícola de la mano en el oriente de Cuba

 

Hace 18 años Dixan Pérez se alejó de su formación como veterinario para perseguir el sueño de ser un agricultor que, auxiliado por la ciencia, llevara productos frescos a los cubanos, y hoy exhibe logros por su dedicación.

El trabajo constante en su Finca “La Fe”, con una extensión de 26 hectáreas en usufructo, le mereció el título de productor líder en el municipio Manatí de la oriental provincia cubana de Las Tunas.

Ciencia y producción agrícola de la mano en el oriente de Cuba

Pérez se califica como un apasionado de la vida en el campo, que incluso abandonó las rutinas citadinas para dedicarse por completo a las labores de la tierra, y aseguró a Prensa Latina que nunca deja de estudiar, superarse y buscar información actualizada para la producción agrícola.

Desde 2015 se integró a un proyecto mediado por el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y con fondos de la Agencia de Cooperación Internacional de Corea (Koica) para enfrentar las afectaciones de la sequía en el territorio.

En su opinión una de las herramientas más poderosas que le brinda ese proyecto colaborativo es la constante capacitación y la entrega, con una frecuencia de 10 a 15 días, de un informe agrometeorológico que le permite planificar de forma eficiente la producción.

Se trata del monitoreo de cultivos a través de imágenes satelitales, un servicio que brinda el Centro Metrológico Provincial (CMP) Las Tunas.

El especialista de agrometeorología del CMP, Yusniel Alberto Núñez, comentó que la institución monitorea información satelital para hacer frente a eventos extremos como la sequía y las tormentas locales severas, de los que más afectan al municipio Manatí.

Agregó que el centro ofrece datos a Dixan Pérez y a otros 15 agricultores de la región, relacionados con el parte del tiempo, la temperatura y humedad, vigorosidad de las plantas y nivel de clorofila, entre otros.

Esta sinopsis que los productores reciben directamente en sus celulares les permite -entre otras cosas- tener claridad de cuándo necesitan regar las plantas y en qué medida, o también ratificar si necesitan más o menos fertilizantes.

Además de poder tomar medidas ante la ocurrencia de fenómenos meteorológicos.

Por ejemplo, a través del análisis de esas imágenes satelitales, Pérez fue advertido de las lluvias intensas que afectaron recientemente el oriente de la nación caribeña y no sembró los cultivos que tenía previsto; ahorró así recursos, tiempo y dinero.

PARA OBTENER INFORMACIÓN PROCESABLE DE LA TIERRA

El especialista del CMP Las Tunas puntualizó que la teledetección digital es la técnica de adquisición de datos de la superficie terrestre desde sensores instalados en plataformas espaciales.

La interacción electromagnética entre el terreno y el sensor genera una serie de datos que son procesados para obtener información procesable de la tierra, explicó.

Apuntó que con el análisis que realiza el centro a las imágenes satelitales es posible estimar el consumo de agua en los cultivos, realizar mapas de bosques y cultivos, además del seguimiento de prácticas agrícolas.

Igualmente, permite la detección y rastreo de inundaciones, grandes catástrofes naturales, la localización de zonas quemadas, el examen de la erosión de playas y arenales, y el análisis de la contaminación atmosférica.

También, dijo, ofrece el Índice de Vegetación de Diferencia Normalizada (NDVI, por sus siglas en inglés), altamente asociado con el contenido de vegetación y cuyos valores altos corresponden a áreas más densas y saludables.

El especialista explicó que las visualizaciones las realizan a través de los satélites de Copernicus, el programa de la Unión Europea de observación y monitorización de la Tierra que analiza el planeta y su medio ambiente.

La tarea del CMP está en tomar las imágenes que brinda esa herramienta y realizar mapas e informes con datos entendibles y de interés para los campesinos.

Hasta el momento, 16 agricultores de Manatí reciben el informe particularizado con georeferenciación de sus fincas, aunque se espera que el 100 por ciento de las unidades productivas se sumen a los beneficios del monitorio de cultivos.

Dixan Pérez subrayó que desde que usa esta herramienta no perdió cultivos, evitó el exceso de riego y aumentó el rendimiento en las plantaciones.

Agregó que el proyecto conjunto con PMA y Koica es multifuncional y circular porque existe un acompañamiento desde la preparación del cultivo hasta que llega a sus destinatarios, y también brinda capacitaciones para conocer mejor los productos que se entregan y cómo utilizarlos.

Significó igualmente que el mayor rendimiento en sus producciones le permite entregar directamente alimentos frescos en las redes de protección social.

En estos momentos entrega viandas y hortalizas en nueve instituciones del municipio Manatí como al Sistema de Atención a la Familia (SAF), círculos infantiles, hogares de ancianos y escuelas de enseñanza primaria.

Integrarse a esa iniciativa le ha brindado insumos de trabajo como una casa de semiprotegidos para el cultivo de hortalizas durante todo el año, la instalación de un sistema de riego, el próximo montaje de una casa de posturas, así como la futura llegada de motocultores y otros instrumentos de trabajo.

Ciencia y producción agrícola de la mano en el oriente de Cuba

A ese imprescindible papel de la ciencia en el desarrollo de la agricultura, Dixan Pérez le pone también un poco de la sapiencia popular y de la tradición campesina con la creación de cortinas rompevientos, la producción de agua y el desarrollo de variedades de plantas más tolerantes al cambio climático.

Señaló que se mantendrá ahí, en su finca, cerquita de su terruño, produciendo para su familia y los más necesitados, pero sobre todo, nunca dejará de superarse y de descubrir los secretos de la tierra.