Homero Acosta:

El secretario de la Asamblea Nacional del Poder Popular, Homero Acosta Álvarez, rememoró este martes el aniversario 45 del Poder Popular en Cuba, un sistema que se estableció desde 1976 con la aprobación de la constitución socialista cubana.

“El sistema del Poder Popular es la pieza angular de la democracia cubana. Un sistema que tiene la base en el pueblo, pues es este quien elige a sus delegados que son la base de todo el sistema de órganos del país”, destacó.

En conferencia de prensa desde el Capitolio Nacional, Homero Acosta señaló que es fundamental resaltar las virtudes e insuficiencias del Poder Popular en las actuales circunstancias.

“El sistema del Poder Popular ha estado en permanente perfeccionamiento. No es perfecto y se desarrolla en un ambiente complejo desde el punto de vista económico y social”.

El secretario de la ANPP subrayó que la acción democrática no culmina con el voto desde los barrios, sino que “la relación entre los electores y los elegidos se mantiene sistemáticamente, y eso se instauró en 1976”. En un ejercicio de soberanía, el pueblo tiene también la capacidad de revocar a sus representantes, dijo.

El Poder Popular es un articulador del sistema democrático cubano, significó el secretario del Parlamento cubano y subrayó que la Asamblea Nacional se ha reunido y ha aprobado varios decretos, aún en tiempos de pandemia, etapa que ha impedido el desarrollo pleno de las instituciones del Poder Popular.

En ese sentido, destacó que debido a la llegada de la COVID-19 a Cuba, no “ha habido preparación, capacitación ni puesta en práctica, en toda su dimensión, del sistema del Poder Popular”.

“Las Asambleas Municipales han detenido prácticamente su actividad, mientras los Consejos Populares se han reunido, pero con intermitencia, en función fundamentalmente del enfrentamiento a la COVID-19”.

Asimismo, recordó que la rendición de cuentas de los delegados a sus electores no se ha desarrollado en dos años, por lo que es prioridad para la ANPP retomar este proceso en el país.

Al respecto, el Consejo de Estado acordó recientemente reanudarlo a partir del 10 de noviembre de este año, ajustado a las condiciones epidemiológicas de los territorios. “Esta será una oportunidad para romper los formalismos que están presentes y retomar el diálogo de los delegados con el pueblo, quienes mayoritariamente han tenido un excelente trabajo durante la pandemia”.

“En el Poder Popular la ciudadanía traslada sus preocupaciones. La gente tiene problemas y los plantea, aunque en ocasiones no tienen solución objetiva. Durante estos años, la Asamblea Nacional del Poder Popular y el Gobierno han trabajado para insertar en los planes de la economía los planteamientos de la población. Hay que establecer prioridades porque algunos planteamientos se han acumulado”.

De acuerdo con Acosta Álvarez, los principales problemas están en la vivienda, la electricidad, la situación de las calles, la transportación y la calidad de los servicios.

“Hay ineficiencia, insensibilidad administrativa, y muchos de estos problemas recaen en el delegado y en el Poder Popular”.

 

Homero Acosta destacó que el vínculo permanente entre el pueblo y sus representantes, la capacidad de buscar y encontrar soluciones entre electores y delegados, son cuestiones que distinguen el modelo del Poder Popular en Cuba.

En ese sentido, señaló que en ocasiones los delegados no tienen la solución a los problemas de la población, pero son representantes políticos del pueblo en las asambleas municipales, donde plantean las inquietudes de sus electores.

(Noticia en construcción)