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La contribución solidaria de nuestro pueblo a atenuar en otras naciones los embates de enfermedades curables, de destrozos causados por eventos naturales y las acciones del sistema imperialista que tiene al mundo al borde de su destrucción, recibe retribución en varios campos de la vida cotidiana.

Un ejemplo de ello es la labor que realiza en la Isla el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (PMA), organización que apoya los esfuerzos del Gobierno cubano por lograr la soberanía alimentaria y que contribuye a reducir los efectos del bloqueo económico, financiero y comercial del Gobierno de los Estados Unidos.

Plácido Ortega Izquierdo, oficial del PMA en la mayor de las Antillas, explicó en Camagüey que se da prioridad a la entrega de alimentos para grupos vulnerables, como niños, ancianos y embarazadas, acción acompañada de un proceso de orientación nutricional para su adecuado consumo.

Entre los referidos productos figuran arroz, frijoles, leche en polvo, cereal fortificado, micronutrientes en polvo para los niños que tienen anemia.

La garantía de la disponibilidad de alimentos, el acceso físico y económico a estos y su utilización y consumo adecuado, son pilares esenciales del citado programa, el cual también prevé que una vez finalizado el período de funcionamiento de los proyectos implementados, los actores locales se apropien de los conocimientos y den uso adecuado a los recursos materiales.

Ortega Izquierdo argumentó, además, que el PMA apoya en Cuba la cadena de valores de alimentos básicos y las acciones para lograr el autoabastecimiento territorial de forma integral, con el objetivo de que lo producido responda a los intereses nutricionales de la población.

Este programa de la ONU contribuye a la sostenibilidad alimentaria en nuestro país y trabaja de conjunto con el Gobierno cubano y las estructuras de dirección con el propósito de preparar a las autoridades territoriales para enfrentar y reducir los riesgos provocados por eventos naturales que afectan la alimentación del pueblo.

Todo ello es un ejemplo de cuanto se puede hacer entre los pueblos y las organizaciones creadas para garantizar la atención a los grupos de personas más vulnerables o territorios que sean afectados por eventos naturales e incluso por guerras de cualquier tipo, que reducen o disminuyen la calidad la vida humana