
El Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí (IPK), informó sobre la presencia y evolución del virus del chikungunya, enfermedad emergente en el país, y subrayó la importancia de que la población conozca sus características para un manejo adecuado, precisó el diario Granma.
El chikungunya es una enfermedad viral transmitida por mosquitos del género Aedes (principalmente Aedes aegypti y Aedes albopictus), que provoca fiebre súbita, dolor intenso en las articulaciones, erupciones cutáneas y malestar general.
La mayoría de los pacientes evoluciona favorablemente, en algunos casos los síntomas articulares pueden prolongarse durante semanas o meses, lo que exige reposo, adecuada hidratación y supervisión médica para evitar complicaciones.
Daniel González Rubio, infectólogo del IPK, declaró que en Cuba la mayoría de los pacientes han tenido una evolución favorable y que el padecimiento resultó autolimitado, con recuperación espontánea en la mayor parte de los casos.
Según el especialista, la enfermedad cursó en dos etapas: una aguda, caracterizada por fiebre, eritema y artritis, y otra subaguda o crónica, en la cual persistieron síntomas articulares como dolor, rigidez e inflamación.
Durante la fase inicial también se reportaron diarrea, decaimiento, conjuntivitis y crecimiento de ganglios linfáticos, aunque en menor frecuencia. Los cuadros graves se presentaron en personas vulnerables como ancianos, cardiópatas, diabéticos o pacientes con neoplasias.
En relación con la duración de los síntomas, González Rubio explicó que alrededor del 40 por ciento de los enfermos los mantuvo hasta tres meses y un 10 por ciento más allá de ese período, aunque aclaró que la enfermedad no dejó secuelas permanentes.
Respecto al tratamiento, el especialista indicó que se basó en reposo, adecuada hidratación y medicamentos sintomáticos, sin que existiera un antiviral específico. Insistió en que la automedicación no estuvo recomendada y que cada caso debía ser supervisado por un médico.
Con un papel activo en el diagnóstico de laboratorio, la investigación y la atención asistencial, el IPK también capacitó al personal de Salud en diferentes niveles para enfrentar la enfermedad.
Finalmente, la institución confirmó que cuenta con un protocolo nacional para el manejo de arbovirosis, el cual servirá de base para las adaptaciones en los centros asistenciales del país.
 
                     
                     
                                     
                                     
                                    