Al dar la bienvenida en el Palacio de la Revolución, a Monseñor Paul Richard Gallagher, secretario para las Relaciones con los Estados y las Organizaciones Internacionales de la Santa Sede, el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, significó el placer de recibirlo nuevamente en Cuba.
En tal sentido, destacó que la visita oficial de Monseñor Gallagher, “a quien respetamos y estimamos mucho”, dijo, se produce en el contexto de la conmemoración por los 90 años del establecimiento de las relaciones diplomáticas entre la Mayor de las Antillas y la Santa Sede, así como el décimo aniversario de la visita al Vaticano del entonces Presidente cubano el General de Ejército Raúl Castro Ruz, y del viaje pastoral del Papa Francisco a la Isla.
Al referirse al Papa Francisco, el Jefe de Estado aseguró que “nosotros conservamos un grato recuerdo, una grata memoria, y Cuba lo guarda como un buen amigo”. En nuestro pueblo —subrayó— hay un “sentimiento de respeto y admiración por los gestos y las preocupaciones que él tuvo hacia los problemas del pueblo cubano”.
A su interlocutor pidió hacer llegar “un cordial saludo” al Papa León XIV, así como la “invitación para que nos visite”, pues “para nosotros sería un placer recibirle y será atendido como merece por su liderazgo al frente de la iglesia católica a nivel internacional”.

De manera particular al referirse al actual contexto, señaló la importancia de reconocer “la manera en que durante nueve décadas se han desarrollado las relaciones entre la Santa Sede y Cuba, que están basadas en el respeto, con alto nivel de diálogo político, con una comunicación sistemática y que han sido capaces de sobrepasar obstáculos en el tiempo”.
“Nosotros expresamos nuevamente la voluntad de continuar fortaleciendo ese diálogo constructivo con la Santa Sede”, aseveró el dignatario.
“Seguimos apostando por continuar respetando y perfeccionando la libertad religiosa en Cuba, tal como lo proclama nuestra Constitución de la República, y a partir de las conquistas que hemos ido logrando en las relaciones con diferentes iglesias”, manifestó.
A su vez reiteró el rechazo de la Mayor de las Antillas a “la política de Estados Unidos hacia Cuba y la visión que tiene con relación a nuestro país en el aspecto de la religión”.
Una vez más —señaló— queremos “agradecer a la Santa Sede el apoyo que le ha dado al pueblo cubano en la lucha contra el bloqueo”, temas que están permanentemente en el marco de nuestras relaciones y la consolidación del diálogo entre la Santa Sede y el Estado cubano.
A su interlocutor pidió hacer llegar “un cordial saludo” al Papa León XIV, así como la “invitación para que nos visite”, pues “para nosotros sería un placer recibirle y será atendido como merece por su liderazgo al frente de la iglesia católica a nivel internacional”.
De manera particular al referirse al actual contexto, señaló la importancia de reconocer “la manera en que durante nueve décadas se han desarrollado las relaciones entre la Santa Sede y Cuba, que están basadas en el respeto, con alto nivel de diálogo político, con una comunicación sistemática y que han sido capaces de sobrepasar obstáculos en el tiempo”.
“Nosotros expresamos nuevamente la voluntad de continuar fortaleciendo ese diálogo constructivo con la Santa Sede”, aseveró el dignatario.
“Seguimos apostando por continuar respetando y perfeccionando la libertad religiosa en Cuba, tal como lo proclama nuestra Constitución de la República, y a partir de las conquistas que hemos ido logrando en las relaciones con diferentes iglesias”, manifestó.
A su vez reiteró el rechazo de la Mayor de las Antillas a “la política de Estados Unidos hacia Cuba y la visión que tiene con relación a nuestro país en el aspecto de la religión”.
Una vez más —señaló— queremos “agradecer a la Santa Sede el apoyo que le ha dado al pueblo cubano en la lucha contra el bloqueo”, temas que están permanentemente en el marco de nuestras relaciones y la consolidación del diálogo entre la Santa Sede y el Estado cubano.
Reconoció con satisfacción el estado de los vínculos comunes, cuyo 90 aniversario realmente marca un hito en nuestras relaciones, y concede mucha importancia y significación a esta visita.
Por su parte Monseñor Gallagher, tras recordar la histórica visita del Papa Francisco hace diez años, destacó el “gran sentimiento de afecto” que el Pontífice tenía “por Cuba, por su pueblo y también por Fidel y Raúl”.
“Estamos felices de festejar esta conmemoración de 90 años de relaciones diplomáticas, que para nosotros es importante en la historia de la iglesia católica”, refirió.
Asimismo, transmitió al Presidente Díaz-Canel saludos en nombre de la Santa Sede y del Papa León XIV.
Con este diálogo continuo que se manifiesta en este momento —enfatizó— estamos comprometidos, junto con la Conferencia Episcopal de Cuba, a trabajar para definir con mayor claridad las relaciones y promover la cooperación de la iglesia católica en Cuba para el bien de toda la población cubana.
Noventa años de respeto y reconocimiento mutuos

Al concluir el encuentro, el Presidente Díaz-Canel y Monseñor Paul Richard Gallagher, encabezaron en el emblemático salón Portocarrero del Palacio de la Revolución, el acto central por el 90 aniversario del establecimiento de relaciones entre Cuba y la Santa Sede, en el cual se ratificó la voluntad común de continuar desarrollando los positivos vínculos existentes.
Al intervenir en la conmemoración, el alto representante de la Iglesia Católica manifestó su satisfacción al poder hablar en la hermosa tierra cubana, Patria del venerable presbítero Félix Varela, a quien evocó en varios momentos, así como a José Martí.
Palabras de afecto y esperanza para el pueblo cubano transmitió en su disertación, en la cual reflexionó acerca de la labor diplomática de la Santa Sede, basada en el evangelio al servicio del hombre, al servicio de la paz, y al servicio de los derechos y la libertad religiosa.
Por su parte, el miembro del Buró Político y ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla, en un discurso cargado de referencias históricas, a través de la evocación de figuras como Félix Varela, José Martí y Fidel Castro, enalteció la lucha de la Mayor de las Antillas por su independencia y soberanía, y contra el bloqueo económico, comercial y financiero que impone al pueblo cubano el Gobierno de los Estados Unidos, al cual calificó de “genocidio”.

En sus palabras, el Canciller resaltó la sólida relación entre Cuba y la Santa Sede, marcada por el respeto mutuo y la cooperación, fortalecida por las visitas de los papas Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco, así como por encuentros históricos como el de Francisco con el Patriarca Kirill, ocurrido en La Habana en 2016.
En un contexto global de crisis ambientales, desigualdades y conflictos, como el de Gaza, el Jefe de la diplomacia cubana llamó a un orden mundial basado en el respeto, el diálogo y la cooperación.
En el inicio del pontificado del Papa León XIV, renovamos nuestra voluntad de fortalecer el diálogo respetuoso, ético y constructivo que caracteriza la relación entre la Santa Sede y la República de Cuba, concluyó Rodríguez Parrilla.