director general de Estados Unidos de la Cancillería de Cuba, Carlos Fernández de Cossio
 
La Habana, 12 jun (Prensa Latina) El director general de Estados Unidos de la Cancillería de Cuba, Carlos Fernández de Cossio, aseguró hoy que existe una coherencia en la agresiva política exterior de la Casa Blanca.
 
Coherencia de política exterior EE.UU.: ataques contra Corte Penal Internacional (CPI), Organización Mundial de la Salud, Organización Panamericana de la Salud; golpe de estado en Bolivia, retiro de importantes instrumentos internacionales, agresión despiadada contra #Cuba y Venezuela..., escribió el directivo en su cuenta de Twitter.

El presidente norteamericano, Donald Trump, autorizó esta semana sanciones y restricciones de visas adicionales contra funcionarios de la CPI, la cual investiga presuntos crímenes de guerra del personal estadounidense en Afganistán.

Según una orden ejecutiva emitida por el mandatario republicano, podrían estar sujetos a sanciones quienes hayan participado directamente en cualquier esfuerzo del tribunal internacional para investigar, arrestar, detener o enjuiciar a personal norteamericano sin el consentimiento de Estados Unidos.

La controvertida medida, vista como una nueva obstrucción por parte de Washington al trabajo de la entidad, también afectaría a cualquier persona que haya 'intentado lo mismo contra un aliado de Estados Unidos sin el consentimiento de ese país'.

En marzo pasado, la Corte autorizó abrir una investigación sobre presuntos crímenes de guerra y de lesa humanidad perpetrados en Afganistán desde mayo de 2003 por el Talibán, soldados afganos y efectivos armados y de inteligencia estadounidenses.

Asimismo, tiene lugar después de que la fiscal jefa de la corte, Fatou Bensouda, a quien Washington le retiró la visa de entrada en Estados Unidos en 2019, incrementó los esfuerzos para investigar posibles crímenes cometidos por Israel contra los palestinos.

Poco después de que comenzara la guerra de Afganistán, en 2002, el entonces mandatario republicano George W. Bush (2001-2009) retiró la firma de Estados Unidos del Estatuto de Roma, el instrumento mediante el cual se constituyó la CPI.

Aunque la nación norteña no es parte de la Corte, los crímenes habrían sido cometidos en territorio de Afganistán, un país signatario del documento fundacional, lo que otorga jurisdicción a la CPI, independientemente de la nacionalidad de los acusados.