Juegos Olímpicos

El atletismo y la natación se consideran las “vedettes” de los Juegos Olímpicos. Son las dos disciplinas en las que más premios se reparten y la posibilidad de quebrar marcas las convierte en doblemente atractivas.

La edición que en breve descorrerá sus cortinas en la ciudad japonesa no será la excepción y muchos se preparan para disfrutar un espectáculo de primer nivel, con protagonistas ansiosos por demostrar que llegan en su mejor momento, a pesar del ambiente de incertidumbre que vive el mundo por la pandemia de la COVID-19.

Tal es la magnitud que alcanzan ambas disciplinas que sus calendarios para estas lides se conforman de manera que no coincidan y así se garantiza “repartir” entre ellas la máxima atención posible.

Particularmente interesante se augura el certamen de atletismo, luego de que en los últimos meses han “llovido” las plusmarcas mundiales, incluso con algunos quiebres que parecían de ensueño y ahora han caído con una facilidad impresionante. 

Las acciones en campo y pista comenzarán en el Estadio Olímpico el día 30 y son varias las pruebas que desde ahora generan grandes expectativas por la posibilidad de ver caer sus récords… Aunque está claro que todo es solo una suposición, basada en las actuaciones de la temporada, y sobre todo en los meses más recientes.L

as plusmarcas del triple salto femenino, los 400 metros con vallas y el lanzamiento de bala para hombres, junto a las distancias largas como cinco mil y 10 mil metros de uno y otro sexo, parecen las más tambaleantes en el actual panorama.

Desde hace un tiempo la venezolana Yulimar Rojas logra sobrepasar los 15 metros a su antojo y desde el 21 de febrero del 2020 es la recordista mundial bajo techo con 15.43 metros, un registro que también exhibe al aire libre desde mayo último.

El tope olímpico pertenece a la camerunesa Francoise Mbango Etone desde Beijing 2008 y es de 15.39 metros, mientras que la del orbe la posee la ucraniana Inessa Kravets con 15.50 metros.

Mientras, en los 400 metros con vallas el noruego Karsten Warholm reforzó su aureola de sobrenatural cuando el pasado primero de julio ejecutó la carrera más perfecta de esa modalidad, paró los relojes en
46.70 segundos y destrozó por ocho centésimas la marca mundial que el estadounidense Kevin Young había anotado precisamente en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992.

Está claro que no todos los días se consiguen tan sorprendentes rendimientos, pero Warholm es uno de los que hay que mencionar sin dudarlo cuando de posibles récords se hable.

El balista estadounidense Ryan Crouser es otro de los que parece tener más fácil la oportunidad de impresionar, si damos una mirada a sus resultados, sobre todo en los dos últimos años. En ese espacio de tiempo se convirtió en recordista del orbe bajo techo y al aire libre, en esta última modalidad con 23.37 metros en junio pasado.

Crouser tiene guardados en sus libros 133 disparos por sobre los 22 metros, y lo mejor de todo es que no habrá “problemas” si destroza la cota olímpica, pues es suya desde que ganó en Río de Janeiro 2016 con 22.52 metros.

Los cinco mil y 10 mil metros son patrimonio de África. En estos momentos la etíope Letesenbet Gidey y el ugandés Joshua Cheptegei se han adueñado de los récords del planeta desde el 2020 a la fecha, por eso no extrañaría verlos entrar a la meta de Tokio con registros hasta ahora nunca vistos.

Por último, queda reservado un lugar especial para el fenómeno del momento, el sueco Armand Duplantis. Este es otro que juega a su antojo con la garrocha y llevó a 6.19 metros el récord del mundo en febrero de 2020, por eso no asombrará verlo sobrepasar sin muchos problemas los 6.03 que implantó en Río el anfitrión Thiago Braz.

A continuación los "tips"  de los récords olímpicos:
- La jabalinista Olisdeilys Menéndez es la única cubana que integra el listado de plusmarquistas olímpicos con los 71.53 metros con que ganó en Atenas 2004.
- El récord de 84.80 metros en el martillo en poder del soviético Sergey Litvinov en Seúl 1988 es el más añejo entre los hombres.
- En Río de Janeiro 2016 se quebraron ocho marcas. Una de las más espectaculares fue la del sudafricano Wayde van Niekerk con 43.03 segundos en los 400 metros.
- La alemana democrática Ilona Slupianek se lleva el mérito de longevidad entre las mujeres con los 22.41 metros de la bala en Moscú 1980.