Gimnasta cubano Manrique Larduet

Una vez más los atletas cubanos demuestran su casta y lograron los principales objetivos que llevaron al evento: la obtención de boletos para los Juegos Olímpicos de Tokio-2020.

Con pocas expectativas seguimos la participación de la gimnasia artística cubana en el Campeonato Mundial del deporte, que todavía transcurre en Stuttgart, Alemania.

Dificultades con la preparación, carencia de topes y la ausencia de los principales entrenadores en uno y otro sexos no hacían presagiar nada bueno. Sin embargo, una vez más los atletas cubanos demuestran su casta y lograron los principales objetivos que llevaron al evento: la obtención de boletos para los Juegos Olímpicos de Tokio-2020.

Nuestra principal carta, Manrique Larduet, regresaba a un evento élite luego de operarse sus dos muñecas y era una incógnita su forma deportiva. No obstante, el santiaguero volvió a demostrar su estirpe y a pesar del tiempo sin competir y las pocas semanas de preparación finalizó en el puesto 21 entre 156 gimnastas inscriptos.

De esa manera obtuvo el cupo a Tokio (hay que descontar a los de países que ya estaban clasificados como equipo) y el pase a la final del concurso completo, aunque sabiamente de conjunto con el colectivo técnico decidió no presentarse, porque ya tenía en el bolsillo lo más importante y no había necesidad de arriesgarse a una recaída.

También vale destacar que las rutinas del cubano no fueron las más complejas, dado su estado de forma (confesó desde la sede que se encontraba a un 70 por ciento), por lo que pueden esperarse cosas mejores dentro de unos meses, cuando intentará saldar la deuda que le queda pendiente de Río de Janeiro-2016.

Igual de meritorio resultó el performance de Marcia Videaux, quien también aseguró su presencia en Tokio al ubicarse en el lugar 53, entre más de 150 competidoras, pero avanzar entre las 20 con pasaportes.

Los otros dos representantes cubanos, Rafael Rosendi y Randy Lerú, tuvieron desempeños discretos, este último solo en barra fija y manos libres, sus aparatos más fuertes, en los cuales aspiraba a llegar a las finales.

Más allá de los nuestros, la noticia del Mundial fue el quinto reinado absoluto de la estadounidense Simone Biles, récord para este tipo de lides, en las que sumó su medalla número 22 en estas citas y la 16 de oro.

Para los cubanos todavía quedan otras dos opciones de sumar presencia en la lid bajo los cinco aros, ya sea con medallas en las próximas Copas del Mundo, o mediante el torneo panamericano de la disciplina.