“Esos son héroes; los que pelean para hacer;
a los pueblos libres, o los que padecen 
en pobreza y desgracia por defender una gran verdad.
Los que pelean por la ambición,
por hacer esclavos  a otros pueblos…
no son héroes, sino criminales”.

“Tres héroes”, José Martí

Jóvenes cubanosJóvenes colmados de decoro se movían en las calles de la ciudad organizando la lucha contra el gobierno corrupto y sanguinario de Fulgencio Batista que sometía a toda Cuba. Martí fue arma moral en la lucha: veneraban su ideario, rendían culto a su ejemplo. Se arriesgaron y expusieron a las torturas más terribles y a la muerte por esos ideales, sin titubeos, sin miedo, con coraje descomunal, conscientes de que “morir por la patria esvivir”, abrazando “la estrella que ilumina y mata”.

Esos Clandestinos de nuestra historia patria no podrán jamás ser suplantados por viles lacayos, serviles e inmorales que sin escrúpulos pretenden mancillar al más grande de los cubanos. ¿Quién dice que se puede manchar a Martí en esta tierra? ¿Quién osa creer que un acto así puede contagiar o sumar voluntades? Ese actuar es repudiado por todo patriota digno que se precie de ser cubano. A Martí lo llevamos en el alma por ser lo más puro y genuino de nuestra historia: raíz y tronco de la obra más humana y trascendente de esta isla.

Insulta sí, indigna, pero a la vez alivia ver cómo exponen sus entrañas pútridas, y hacen público al mundo quiénes son los que “combaten” a esta Revolución y a sus admiradores.

“Clandestinos” serán siempre esos cientos de héroes y mártires que se enfrentaron a la muerte inspirados en el legado martiano y por la felicidad de nuestros niños. Condenamos enérgicamente a esos mercenarios, apátridas, que en maniobras rastreras se prestan para tamaña infamia, a cambio de los aplausos y míseros pagos de los enemigos de la Revolución, apadrinados por la mafia de Miami y agazapados bajo las alas del águila imperial.

Quien intente el ultraje a nuestra historia sagrada, avivará la llama de ímpetu patriótico en sus hijos y recibirá el vehemente repudio de este pueblo. Ni “siervos futuros”, ni “aldeanos deslumbrados”seremos jamás los cubanos dignos de esta tierra.

Club martiano Herencia Rebelde, descendientes de héroes y mártires de la lucha Clandestina en la Habana

(Tomado de La Pupila Insomne)