Transporte público cubano

Diferentes son las medidas que impulsa el Ministerio del Transporte (Mitrans) desde el inicio de la pandemia en el país para evitar que esta sea una vía de propagación de la COVID-19.

En este sentido, desde 2020 se activó un protocolo de higienización para todos los operadores del transporte donde los cuerpos de inspección del Mitrans y Salud «mantendrán un riguroso», según consta en el sitio web del organismo.

Especialistas de la Dirección General del Transporte de La Habana (DGTH) y de la Empresa Provincial de Transporte precisaron que para mantener estas acciones se dotan a las terminales con soluciones de cloro para la desinfección de los pasamanos, asientos, puertas y otras superficies, sin embargo, esta es una acción donde cada chofer debe ser responsable de que se cumpla lo establecido en los protocolos diseñados por el organismo.

Con la entrada en la nueva normalidad desde el año pasado, la capacidad de transportación de pasajeros en los ómnibus se estipuló al 100 %, de ahí la importancia de cumplir a cabalidad lo estipulado por el Mitrans en lo referente a la desinfección, una tarea que debe ser supervisada por inspectores y personal designado.

Otro factor para tener en cuenta es la disponibilidad de la flota automotriz vinculada a la trasportación de pasajeros que, a escala nacional, alcanza un 52 % y en el caso de la capital, la DGTH informó  que la  entidad dispone de un promedio de 49 %, con 432 equipos disponibles de un orden de explotación de 882 ómnibus.

A pesar de ello, se han buscado alternativas para evitar la concentración de pasajeros dentro de los ómnibus, fundamentalmente en los horarios pico, aunque a criterio de la población, existen protocolos que se están incumpliendo.

Si bien es cierto la realidad de la disponibilidad de equipos de transportación de pasajeros «es similar a los años más difíciles del periodo especial», según palabras del titular del ramo Eduardo Rodríguez Dávila durante la Asamblea Nacional del Poder Popular; resulta imperioso mantener un rígido control desde el transporte en cuanto a las medidas establecidas, ya sea por parte de las autoridades como de la población en general.