Fotos y video: Cortesía de Liubin Lima

Liubin Lima Manzano es un joven actor de Ciego de Ávila al que el coronavirus lo ha sorprendido, precisamente, en China. Este es su testimonio.

Desde mediados de enero si dicen China yo pienso en Liubin.

Liubin se fue a China el año pasado con un contrato de trabajo a hacer reír a los niños chinos igual que lo hace aquí, tan payaso como es. El payaso que se ha construido con todo ese talento que tiene a sus treintipiquitos se llama Michiflío, y estoy esperando a que regrese para preguntarle de dónde rayos sacó ese mote tan inédito del cual Google solo tiene cuatro resultados, todos relacionados con él.

Allá, en China, seguro lo llaman Liu-Bin, una pronunciación bastante musical y cercana a su nombre, y sé que, mientras espero, podría indagar con su mamá cómo se le ocurrió nombrarlo así. Pero no quiero llamarla porque ella también, desde mediados de enero, si dicen China piensa en Liubin… y se entristece.

El 31 de diciembre de 2019 la Organización Mundial de la Salud (OMS) recibió el reporte de varios casos de neumonía en la ciudad de Wuhan, situada en la provincia china de Hubei. “Se trataba de un virus distinto a los conocidos”, según la página web de esa organización internacional.

Una semana más tarde, el 7 de enero, las autoridades sanitarias y gubernamentales chinas confirmaron la identificación de un nuevo coronavirus, denominado 2019-nCoV. Los coronavirus pertenecen a un grupo extenso de virus que pueden causar diversas afecciones, desde el resfriado común hasta enfermedades más graves, como neumonía, el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS-CoV) y el síndrome respiratorio agudo grave (SRAS-CoV).

Sin embargo, no fue hasta el 30 de enero que la OMS decidió declarar la emergencia internacional. “Se espera ―dijeron en el comunicado oficial― que se declaren más casos exportados en otros países. Por tanto, todos deben estar preparados para adoptar medidas de contención, como la vigilancia activa, la detección temprana, el aislamiento y el manejo de los casos, el seguimiento de contactos y la prevención de la propagación del 2019-nCoV”.

Infografía, coronavirus

Mientras escribo, leo reportes de más de 360 fallecidos, 17 000 infectados en 24 países de Asia, Europa, Oceanía y América del Norte, mas no se puede escribir en “tiempo real”. Cuando se publique esta nota las cifras habrán cambiado y no para bien; la epidemia está lejos de ser controlada.

No obstante, Liubin me dice que él está tranquilo, que la ciudad permanece en aparente calma (como si eso precisamente, la calma, no fuera un mal síntoma), que acopió alimentos para no salir de su edificio y que si bien no le puede ocultar nada a su mamá―lo cual sería totalmente comprensible en una situación como esta―, tampoco la quiere asustar más.

Para contrarrestar el efecto de la nostalgia y el miedo, Liubin cuenta que en el verano pasado lo eligieron como trabajador destacado del parque Hefei Sunac Land y nos reímos en la distancia porque la emulación, como la cultura, no tiene momento fijo. Aquí Polichinela y la Asociación Hermanos Saíz lo han premiado por su talento y esfuerzo, y allá, entre Michiflío y el mimo que tan bien interpreta, le han ganado un diploma con caracteres que ni siquiera seis meses después puede leer.

Con esta sonrisa recibía siempre a quienes visitaban el parque, pero por ahora todo está cerrado

Con esta sonrisa recibía siempre a quienes visitaban el parque, pero por ahora todo está cerrado

Al principio del brote en Wuhan (distante a 400 kilómetros de donde reside) las cosas no estaban claras y él, que en chino sabe tres o cuatro palabras apenas, veía los noticieros y no entendía casi nada. Pero si después de las fiestas por el Año Nuevo Lunar le dieron tres días más de descanso y le aconsejaron no salir y mantener medidas sanitarias extremas, entonces fue evidente la gravedad del asunto.

Desde el primer momento las redes sociales y los grupos en WeChat han sido el soporte de Liubin para buscar información y de cierta manera compartir su solidaridad con quienes están allí como él. Esos canales también han servido para que la representación diplomática cubana en China mantenga el contacto con ellos, enviando consejos sanitarios e indicando qué hacer en cada caso.

• Según el embajador de Cuba en China ningún cubano se ha infectado del coronavirus. Lea más aquí.

• Dos médicos de la brigada Henry Reeve llegaron a China para reforzar la atención de los cubanos allí. Lea más aquí

Por esas plataformas, también, recibe cientos de mensajes todos los días de sus amigos en Cuba. No es lo mismo saber que hay un virus allá afuera y sentir empatía por los afectados, a tener un amigo en el centro del problema y no poder hacer casi nada por acompañarlo. Todos le repiten ese “cuídate” que lleva abrazos, miedos, fuerzas… Y luego él se lo reenvía a Arisney, una joven avileña que está en Wuhan. Sí, su historia también la vamos a contar.