La vacunación

Cuando creemos que vacunándonos cada dos meses estamos más protegidos, siempre recuerdo una típica frase de mis colegas inmunólogos que dice: “la inmunología lleva su tiempo”. Me la dicen cuando, en el laboratorio, busco resultados después de una semana, y ellos necesitan, al menos, 4-6 semanas para obtenerlos.

Sin embargo, en estos días vale recordar la frase a quienes por desespero, miedo, u otras causas, piensan en ponerse ya otra dosis de vacuna al mes o los dos meses de ponerse la dosis de refuerzo, que ya a la vez vino a reforzar el esquema de vacunación completo.

Hablemos claro, la única razón por la que Cuba inició la vacunación de refuerzo a los tres meses de terminar el esquema completo es por la aparición de ómicron.

Con eso buscamos aumentar aún más tus anticuerpos para soportar de mejor forma el embiste de esta variante que parece va a infectarnos a casi todos. Pero de otra forma no se hubiera hecho tan pronto, hubiera sido posiblemente a los seis meses o al año, en dependencia de las evidencias. En ciencia debemos siempre buscar las evidencias.

Y tú, por tu propia iniciativa, no debes buscar vacunarte, de nuevo, tan pronto.
La respuesta inmune lleva sus tiempos, en esta ciencia más no es mejor, como en muchas otras cosas. Las vacunas llevan sus dosis y sus tiempos de separación entre una y la otra, y las dosis de refuerzo después de un esquema completo no tienden a ponerse tan frecuentemente, por el simple hecho de que, en general, no hace falta.

En otras ocasiones les he hablado de que la caída de los anticuerpos es algo natural. Debajo les comparto un gráfico de un libro de inmunología donde se ve como los anticuerpos bajan con el tiempo después de exponernos a un antígeno específico ya sea por infección o vacunación. Pero quedan células de memoria capaces de activarse y defendernos una vez expuestos de nuevo a dicho antígeno.

Nuestro organismo no necesita tener el nivel de anticuerpos alto todo el tiempo para defenderse del centenar de patógenos al que nos enfrentamos cada año. Esta maravilla de defensa tiene su memoria, y muy buena.

Además de que no necesitas ponerte dosis de refuerzo de forma tan reiterada, puede no hacerte bien. Hay efectos colaterales que pudieran surgir del abuso de la vacunación frecuente con el mismo inmunógeno.

Hay que decir que las nuestras, que son vacunas de proteínas, han sido más estudiadas durante décadas que las nuevas de material genético que están en el mercado. Pero de ninguna debemos abusar.

Sigue la recomendación de los especialistas, no creas ser listo por ponerte este mes una vacuna y buscar ponerte la misma u otra de nuevo pronto para estar más protegido. Las vacunas no son paracetamol.

A nuestro sistema inmune debemos respetarlo y no presionarlo de más. Vamos a velar por aquellos que tienen un sistema inmune débil y no son capaces de defenderse por sí solos a pesar de estar vacunados. Los llamamos susceptibles, y sí, quizás a ellos, sólo a ellos, les toque otra dosis una vez pasado unos meses. Pero para el resto, la gran mayoría, la decisión de una sola dosis de refuerzo debe ser suficiente para luchar contra ómicron y ganar la batalla. No te pongas vacunas en exceso, créeme cuando te digo, no lo necesitas.