El niño diabético y la escuela

Hasta hace poco la diabetes más común en niños y adolescentes era la tipo 1. No obstante, está aumentando la presencia de la diabetes tipo 2 en edades más precoces debido a factores externos como la obesidad y el sedentarismo.

Como la diabetes es una de las enfermedades crónicas más frecuente en niños y adolescentes existen muchas posibilidades de encontrarse menores con esta enfermedad en los colegios.

ACERCA DEL NIÑO

Los pequeños diagnosticados de diabetes deben llevar una identificación personal donde se señale bien claro su condición de diabético, su tratamiento actual y demás datos personales; se les debe brindar toda la ayuda necesaria en su progreso escolar evolutivo pues  la infancia es el momento donde se produce el desarrollo de los niños y los diabéticos no son una excepción.

Desde la llegada del pequeño escolar se debe conseguir su acercamiento a los demás niños con el fin de su integración armoniosa al medio escolar, debiendo ser considerado uno más pero con las peculiaridades de su enfermedad.
 

ACERCA DE LOS PROFESORES

Por parte de los profesores debe existir un conocimiento suficiente sobre estos niños y más de uno de ellos debe aprender a realiza una glicemia con un glucómetro; se le debe permitir al menor la realización de los procedimientos necesarios para su control, en un ambiente de normalidad como puede ser la realización de una  glicemia o la ingestión de un alimento necesario en determinado momento.

ACERCA DE LOS PADRES

Por parte de los padres necesitan  tener un contacto personal con la escuela con la frecuencia estimada como oportuna, tanto con el director, como como con  los profesores e incluso el personal no docente, para informarles  sobre la diabetes que presenta el niño y darles a conocer las atenciones que pueda necesitar.

ACERCA DE LA ALIMENTACIÓN DEL ESCOLAR

Los niños con diabetes mantienen una alimentación muy semejante a la dieta correcta de un joven o de un adulto cuidadoso de su salud.  Muchos de estos niños necesitan consumir alimentos traídos de sus casas a media mañana y a media tarde para evitar las hipoglucemias y se debe permitir al niño tomar alimentos en clase cuando lo necesite.

En el colegio, los profesores deben intentar evitarles intervalos de ayuno superiores a las cuatro horas.

Para evitar tanto los bajones del azúcar sanguíneo o hipoglicemias, o las subidas, las hiperglicemias, el personal a cargo a estos niños durante las comidas, deben supervisarlas, asegurándose de la ingestión de lo planificado y a la hora adecuada.

ACERCA DE LOS EJERICIOS EN LA ECUELA

Con diabetes se puede realizar cualquier tipo de ejercicio, siempre y cuando se haga en las condiciones adecuadas, pero con síntomas de hipoglucemia no se puede empezar. Cuando el ejercicio es demorado, es necesario tomar un suplemento de 10 a 15 gramos de hidratos de carbono, como puede ser el contenido en un poco de fruta cada media hora durante la actividad.

Por parte de  los profesores se debe conocer cómo puede afectar la actividad física las cifras de la glucemia y recordarle al niño medírsela antes de comenzar. También debe tener a mano un poco de azúcar para tratar una hipoglucemia de momento.

EVENTUALIDADES EN LA ESCUELA

Para facilitar buena marcha en el colegio, es necesario que el profesor actué con normalidad permitiendo ir al niño al baño siempre que lo solicite, comer cuando lo necesite o hacerse los controles de glucemia capilar en plena clase.

Además, si se pone enfermo, el profesor deberá actuar con serena agilidad sacando al niño del aula pues nunca debe dejarse solo y tratar de averiguar la causa de sus malestares.

Si el profesor sabe cómo hacer una glicemia con el glucómetro para saber si está alta o baja, debe realizarla para conocer el resultado, importante en la toma de decisiones

Cuando el niño está con hipoglucemia y se mantiene consciente, solo hay que darle azúcar pero si está demasiado alta la glucemia, en ambos casos se debe llamar a los padres, además de ofrecer al niño agua fría o fresca y facilitarle ir al baño. Si es necesario, conducirlo al cuerpo de guardia del centro de salud más cercano.