Sordera y diabetes

Hay medidas posibles de tomar para reducir el riesgo de sordera en los diabéticos y preservar la audición. Entre ellas se encuentra mantener el control de las cifras de la glicemia, tanto en la diabetes mellitus tipo 1 como el la tipo 2, así como normalizar las de una prediabetes con estilos de vida saludables. El control metabólico estricto puede mantener los oídos saludables y de paso prevenir muchas de las complicaciones de esta enfermedad.

Otra medida es no adquirir o eliminar la adicción al tabaco; el tabaquismo funciona como un multiplicador del riesgo cuando coexiste asociado con otros factores de peligro de la pérdida de la audición en un diabético, como es al combinarse con un descontrol metabólico de esta enfermedad, una alimentación poco saludable, etc. El tabaquismo por sí solo puede acelerar una progresiva pérdida de la audición sin tener diabetes, de ahí la importancia de erradicar esta peligrosísima adición.

Los diabéticos deben evitar los ruidos sistemáticos fuertes como puede existir en un ambiente laboral ruidoso. Un trabajo de este tipo es definido como aquel en que hay que levantar la voz para ser oído y en estos sitios es donde, precisamente, aumenta el riesgo de pérdida de la audición.

Cómo prevenir la sordera debido a la diabetes

Pero hay solución para el diabético que no puede o no desea cambiar de tarea: consiste en utilizar sistemáticamente los dispositivos de protección de los oídos, de esos con lo que se elimina o reducen los fuertes ruidos. Pero los audífonos digitales son mucho más eficaces pues si existe un fondo ruidoso, ellos pueden filtrarlo. También pueden ayudar a mantener el cerebro conectado al mundo y, para aquellos diabéticos ya con pérdida auditiva, conectados con la vida. Es muy importante para el cerebro seguir siendo estimulado por el oído y por la comprensión de las palabras.

Cuando las señales auditivas de las palabras no son capaces de llegar al cerebro, este valioso órgano poco a poco pierde la capacidad de analizarlas y entenderlas, pues los oídos son solo un conducto para el cerebro, pues es aquí donde se realiza toda la acción del análisis de esas ondas sonoras.

Es necesario tomar medidas oportunas para preservar la audición debido a que, según una investigación realizada en la Universidad Johns Hopkins, la pérdida de la misma y la demencia pueden guardar determinada relación. Los investigadores hallaron cómo aquellos con pérdida auditiva leve por cualquier otra razón no vinculada con la diabetes, tenían el doble de probabilidades de desarrollar demencia en relación con quienes mantenían buena audición. El riesgo de demencia fue tres veces mayor en los participantes con pérdida auditiva moderada y cinco veces mayor en aquellos con pérdida auditiva severa.

Como consejo final para los diabéticos, un examen de audición todos los años en el control general de su enfermedad da la oportunidad para determinar si ha habido cambios desfavorables desde la prueba anterior y determinar si esos cambios son mayores en relación a los que pueden ser esperados con el envejecimiento normal de la persona, permitiendo y aconsejando tomar las medidas oportunas.

Cómo prevenir la sordera debido a la diabetes