Sordera y diabetes

Las personas con diabetes tienen el doble de probabilidad de tener deficiencia auditiva cuando son comparados con aquellos sin la enfermedad: en los pre diabéticos se encuentra un 30 por ciento más elevada esta deficiencia en comparación con las personas con niveles de glucosa normales, según una investigación publicada en la revista Anales de Medicina Interna, conocida ya desde hace algunos años.

Es una de las complicaciones más comunes de la enfermedad y esto puede guardar relación con una de las más frecuentes. Se trata del daño a los vasos sanguíneos y los nervios. Como el oído interno tiene muchos pequeños vasos sanguíneos, es susceptible a la afectación provocada por la diabetes.

Glucómetro

Por otra parte, existen evidencias de que la presión arterial elevada en personas con diabetes también puede acelerar el daño causado por la misma a los pequeños vasos sanguíneos en el oído interno, y posiblemente intensificar la pérdida de audición de alta frecuencia.

Algunas investigaciones han hallado que la pérdida de la audición es principalmente en las frecuencias ultraaltas, más allá de la gama de frecuencias que normalmente afectan la capacidad de una persona de entender lo que se habla.

Otra de sus complicaciones

La pérdida auditiva podría ser otra complicación de la diabetes mal controlada o tal vez a causa de sufrir de diabetes por un tiempo prolongado, al igual que la enfermedad renal diabética o la retinopatía diabética.

De manera similar a los riñones, la estructura del oído interno está muy vascularizada y por eso la pérdida de audición puede ser el resultado de daños en los vasos sanguíneos de esa región.

Partes del oído

La edad, los riesgos y la audición

La pérdida de audición vinculada con la edad comunmente comienza por las altas frecuencias ya mencionadas. Por eso este tipo de pérdida auditiva presentada por los diabéticos indica que el oído interno sufre un envejecimiento precoz en aquellos con diabetes.

El riesgo de pérdida auditiva se incrementa a medida que los resultados del control de azúcar en la sangre empeoran, como son las cifras de la hemoglobina glucosilada. Resultados más altos en las cifras de esta investigación también significa un mayor riesgo de pérdida de audición.

Es muy importante para el cerebro continuar siendo estimulado por el oído y la comprensión de las palabras. Los oídos son solo un conducto para el cerebro, pues es este órgano quien realiza toda la acción de análisis de esos impulsos que llegan a trvés de los oidos. Si esta señal auditiva no alcanza al cerebro, él va perdiendo la capacidad de analizarla y entenderla y a la larga esto puede traer otras serias consecuencias que analizaremos en próximos artículos.

La edad, los riesgos y la audición