Santuario El Rincón

Al santuario ubicado en las afueras de La Habana, construido junto al hospital donde reciben atención médica personas enfermas de lepra y otras patologías dérmicas, los cubanos lo llaman por el mismo nombre del poblado, El Rincón.

San Lázaro

Cada víspera del 17 de diciembre, fecha que según el calendario católico corresponde la Festividad de San Lázaro Obispo,  decenas de miles de personas procedentes de todas las regiones del país acuden a la pequeña y famosa iglesia para manifestar su devoción al santo católico.

El Lázaro pobre y lleno de llagas, único personaje nombrado por Jesús en sus parábolas evangélicas, encuentra gran acogida en los enfermos de lepra y otras enfermedades de las extremidades inferiores. La devoción a San Lázaro constituye también una manifestación del sincretismo presente en la fe de muchos cubanos.

Devotos de San Lázaro

Muchos llegan en largas caminatas, de rodillas, arrastras, descalzos, como muestra de fuertes pruebas de sacrificio para cumplir una ofrenda prometida ante una gracia recibida por ellos mismos, o por algún amigo o familiar enfermo, práctica ya enraizada en la cultura popular que trasciende creencias y religiones.

Durante el año numerosas personas acuden a la ermita, uno de los sitios más paradigmáticos de la geografía cubana, desde cualquier lugar del país e incluso del extranjero, con sus plegarias, súplicas, promesas y deseos, rezan frente a las imágenes, depositan flores, encienden velas y escuchan atentos las palabras del sacerdote, sean devotos o no.

el Papa en la fuente del Rincón

La pequeña iglesia fue convertida en santuario nacional en la década de los noventa por el número creciente de personas que la visitan.

Ubicada en el Jardín del Santuario se encuentra una muy popular fuente, considerada sagrada por muchos,  que fue bendecida por el Nuncio Apostólico, el Papa Juan Pablo II durante su visita a Cuba en 1998. (Recopilación Internet)