Bandera

Arribamos a este 1ro de enero del 2020 festejando como si la Revolución triunfara de nuevo, porque somos continuidad en la decisión de vencer los retos que se nos imponen, como propósito de la inmensa mayoría del pueblo cubano, para proseguir en la edificación la sociedad justa y de igualdad de oportunidades que nos merecemos.

Ahí está el compromiso moral y práctico con el legado de nuestros próceres y la Generación del Centenario, encabezada por Fidel. Un legado que abarca desde la clarinada libertaria de 1868, coronada el día inicial del año 1959, que abrió para el cubano de la época el más amplio universo con el fin de labrar su destino libremente.

Y es precisamente el cumplimiento con ese desafío que significó la victoria, y que desde entonces Fidel calificó como la etapa más difícil a enfrentar, lo que hace al cubano hoy seguir con firmeza e inteligencia su proyecto social, en un tránsito no exento de tropiezos, unos por insuficiencias inherentes a  la obra humana y otros, los mayores, por el criminal cerco yanqui a la nación.

Esa canallesca acechanza, en vez de amilanarnos, ha cimentado en los cubanos una sólida voluntad de resistencia que ya integra nuestra genética, con momentos muy dramáticos que han cobrado vidas humanas en sabotajes o por la imposibilidad de adquirir determinados medicamentos; pero a la vez, nuestros muertos inspiran continuar en la pelea.

¡Cuánto juicio hay en un reciente razonamiento del Presidente de Cuba, al aseverar que “cada minuto de resistencia a la agresión está diciendo que solo el Socialismo hace posible el milagro de una pequeña nación victoriosa frente a un poderoso imperio, que no ha podido rendirla”!

Por eso celebramos hoy un nuevo aniversario de la Revolución, que por más de 60 años valida la justeza del camino emprendido y muy bien delineado en los programas del Moncada y del Partido Comunista, y que nos acerca a las aspiraciones de una sociedad justa e inclusiva, que sale a las calles en determinante mayoría a ratificar esa opción, sin miedo a ser mutilados por balines, golpizas o arbitrarias detenciones.

Con esa tranquilidad ciudadana llenamos hoy de alegría los vecindarios urbanos y rurales de un extremo a otro de Cuba, para festejar un nuevo aniversario del triunfo como si fuera el primero, pero con la madurez de una Revolución consolidada, cuyos protagonistas saben enfrentar y salvar cualquier coyuntura que pretenda entorpecer el camino.

Iniciamos el año 62 de la Revolución cubana con nuevas tareas, sin apartarnos ni un ápice de nuestros principios, a tono con lo concebido y los imponderables, para demostrar al enemigo del pueblo y al mundo que no importa que nos tiren a matar, pues estaremos aquí, siempre vivos, “celebrando y empeñados en seguir ganando". (Foto: Cubadebate)