La salida de Evo no calma las protestas en Bolivia

La Habana, Cuba. – Lejos de lo que seguro pensó la derecha, la salida de Evo Morales de Bolivia no ha aquietado la repulsa popular.

En muchos puntos del altiplano boliviano siguen las manifestaciones contra las autoridades autoproclamadas y en demanda del regreso del líder sindical devenido presidente. La derecha oligárquica y racista, compinchada y alentada por los del Norte, tomó un peligroso curso político que al día de hoy nadie sabe cómo va a terminar.

Los golpistas han demostrado que vinieron a por todas y por eso va en ascenso la cifra de muertos por la represión, mientras hacen malabares verbales para justificar el golpe y sobre todo la autoproclamación de Jeanine Añéz.

Esa señora fue quien dictó un decreto que exime de responsabilidad penal a las fuerzas represivas, es decir, les entregó una licencia para matar.

Días de incertidumbre

Sin un liderazgo claro tras la salida de Evo Morales del país, las fuerzas populares bolivianas, sin embargo, han mantenido la presión sobre los golpistas, en especial en las ciudades de Cochabamba y El Alto.

Por otra parte, el Movimiento Al Socialismo (MAS), que llevó a un indígena a la presidencia, busca salidas dentro de la Constitución en vigor desde febrero de 2009 tras un referendo popular.

Entre maniobras políticas, protestas populares y violenta represión, lo cierto es que Bolivia vive hoy días aciagos y de incertidumbre, sin que se vislumbre de manera clara el desenlace de los acontecimientos.

El pulso ente golpistas y manifestantes es duro y cuesta sangre, y en el horizonte aún no hay una tendencia clara de solución. Mientras, Evo está sin Bolivia y Bolivia está sin Evo.