Imagen de Céspedes en el 10 de octubre.

El 10 de octubre de 1868, día del inicio de la Revolución en Cuba por Carlos Manuel de Céspedes, era el joven José Martí alumno del Instituto de Segunda Enseñanza de La Habana.

Cuando llega la noticia del estallido insurreccional, los alumnos de Rafael María de Mendive la reciben con entusiasmo y desde el exclamativo título de ¡10 de octubre!, Martí escribe estos versos como expresión de su toma de partido por la causa independentista como camino de la libertad en Cuba. El texto fue publicado a inicios de 1869 en el periódico manuscrito El Siboney, que era repartido entre los estudiantes de segunda enseñanza en La Habana.

Aunque no es representativo en su género literario, tiene el mérito de ser el primero escrito por su autor con un carácter patriótico, dando muestra de su precoz talento poético. Revela el abrazo a la beligerancia en Cuba. De un lado la verdad, la guerra, el pueblo, el sufrimiento, el negro, la fuerza, la valentía y la libertad; del otro el opresor, el que se aterra, la opresión, la esclavitud y la cobardía.

La referencia en su poesía a tan trascendental hecho histórico no es casual, Martí había crecido en estrecho vínculo con aquel entusiasmo patrio y reconoce en sus versos que la Guerra de los Diez Años viene a barrer más de 300 años de dominación cada vez más cruel y tiránica. Así lo refleja en sus versos:

¡10 DE OCTUBRE!

No es un sueño, es verdad: grito de guerra
Lanza el cubano pueblo, enfurecido;
El pueblo que tres siglos ha sufrido
Cuanto de negro la opresión encierra.
Del ancho Cauto a la Escambraica sierra,
Ruge el cañón, y al bélico estampido,
El bárbaro opresor, estremecido,
Gime, solloza, y tímido se aterra.
De su fuerza y heroica valentía
Tumbas los campos son, y su grandeza
Degrada y mancha horrible cobardía.
Gracias a Dios que ¡al fin con entereza
Rompe Cuba el dogal que la oprimía
Y altiva y libre yergue su cabeza!

Fuente: CubaPoesía