Médicos cubanos

Los senadores de origen cubano y opositores a cualquier acercamiento con La Habana, Marco Rubio y Bob Menéndez, introdujeron un recurso en el Congreso estadounidense que busca restablecer un programa de robo de cerebros dirigido a los médicos cubanos que cumplen misión en el exterior.

La idea de los legisladores es exigir a la actual administración republicana que restituya el polémico Programa de Parole para Profesionales Médicos Cubanos, establecido por el gobierno de George W. Bush y derogado al final del mandato de Barack Obama.

Durante los años que se mantuvo vigente (2006-2017), esta política constituyó un incentivo ilegal para que el personal cubano de la salud que colaboraba en terceros países abandonara sus misiones y emigrara a los Estados Unidos.

El programa causó daños a la cooperación médica internacional de Cuba y en especial a las naciones pobres del tercer mundo que se benefician del aporte de los profesionales de la Isla.

El gobierno de Obama llegó a reconocer que esa política afectaba sus propios intereses.

“Estados Unidos y Cuba están trabajando juntos para combatir enfermedades que ponen en peligro la salud y las vidas de nuestros pueblos. Al dar tratamiento preferencial al personal médico cubano, el programa condicional para los médicos contradice esos esfuerzos, y arriesga causar daño al pueblo cubano”, refirió Obama en enero de 2012, tras firmar un histórico acuerdo migratorio con las autoridades cubanas.

Sin embargo, los senadores anticubanos pretenden ahora restituir políticas fracasadas para torpedear los nexos que se mantienen en pie entre La Habana y Washington tras la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca.

Rubio y Menéndez solicitaron además degradar la calificación de Cuba en el informe sobre tráfico humano que cada año compendia Washington, utilizando como excusa las declaraciones del gobierno de Jair Bolsonaro sobre la participación cubana en el programa Más Médicos.

Ante las acusaciones infundadas y amenazas del nuevo gobierno brasileño, el Ministerio de Salud Pública dio por terminada en noviembre pasado su colaboración con el proyecto iniciado por el Partido de los Trabajadorespara llevar atención de salud a las zonas más remotas del gigante suramericano.

Durante cinco años de trabajo, cerca de 20 mil colaboradores atendieron a 113 millones 359 mil pacientes brasileños. Más de 700 municipios vieron un médico por primera vez en la historia con la llegada de los galenos cubanos.

Rubio celebró en su momento las acciones de Bolsonaro y se mostró feliz por el hecho de que millones de brasileños perdieran su cobertura sanitaria.

El senador por la Florida es uno de los artífices del cambio de política anunciado por Trump en junio del 2017 en la ciudad de Miami, que implicó un fortalecimiento de la política de bloqueo y nuevas restricciones a los viajes entre los dos países.

Poner fin a la colaboración internacional cubana es una de las obsesiones del pequeño, pero poderoso, lobby anticubano en Washington.

“Durante 60 años, el régimen cubano ha estado encontrando nuevas formas de explotar a su gente”, dijo Menéndez en la resolución bipartidista.

De acuerdo con el ministro de Salud Pública, José Angel Portal, más de 600 mil cubanos han prestado servicios médicos en más de 160 países durante los últimos 55 años.

“El dinero que llega a Cuba como parte de la cooperación médica con Brasil contribuye a financiar los servicios sociales de 11 millones de cubanos, incluidos los familiares de los médicos en el exterior. El dinero no va a la cuenta personal de nadie ni sirve a intereses individuales. Mientras algunos utilizan el dinero público para salvar bancos, Cuba salva vidas”, señaló Portal en una entrevista reciente con Cubadebate.

Asimismo, en Cuba se han formado de manera gratuita 35 mil 613 profesionales de la salud de 138 países.

El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y la Organización Mundial de la Salud califican la colaboración médica cubana como ejemplo de buenas prácticas en cooperación triangular y la implementación de la Agenda 2030, con sus Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Las acciones anticubanas de los senadores llegan justo cuando una nueva encuesta de la Universidad de la Florida confirma que la mayoría de los cubanoamericanos en Florida apoya los nexos con su país de origen.

De acuerdo con el estudio, el primero de su tipo realizado desde el inicio de la administración de Donald Trump en enero de 2017, el 63 por ciento de los cubanos que viven en Miami-Dade expresaron su respaldo al establecimiento de relaciones diplomáticas entre las dos naciones.

El estudio realizado del 14 de noviembre al 1 de diciembre pasado entre mil una personas indicó que el 68 por ciento de los interrogados favorece la expansión o el mantenimiento de las relaciones comerciales con Cuba por parte de las empresas estadounidenses.

Asimismo, el 70 por ciento está de acuerdo con la venta de productos alimenticios al país caribeño por parte de compañías estadounidenses, una actividad que aún mantiene muchas restricciones impuestas por Washington como el hecho de que Cuba debe pagar por las mercancías agrícolas en efectivo y por adelantado.