Araña

Una encuesta realizada hace algún tiempo por guías del Parque Zoológico Nacional sobre la fobia a animales silvestres cubanos, demostró que la rana y el majá ocupan el primer lugar entre los más temidos, seguidos del lagarto, la araña peluda y el alacrán.

Sin embargo, las arañas han sido apreciadas a través de la Historia como símbolos en la antigua Grecia, donde fueron consideradas un ejemplo de laboriosidad y habilidad en el arte de tejer telas, a la vez que se reafirmó la creencia en sus poderes sobrehumanos y bienhechores.

En cambio en la mitología de la India el propio animal y su tela suponían el centro del universo, pero todas esas apreciaciones estuvieron imbricadas a las concepciones mítico – religiosas y animistas del mundo.

Lo que sí resulta innegable es su inteligencia y habilidad, pues al construir su tela ajusta con una tensión diferente los hilos, que vibran a una frecuencia específica y cuando un insecto cae en su trampa, a través de ese sonido puede conocer la ubicación de la víctima.

Ingeniosa, al pulsar uno de los hilos como una cuerda de guitarra, espera el retorno de la onda vibratoria, lo cual le posibilita distinguir el tipo de presa o si pudiera ser una posible pareja.

Animal controvertido, lo cierto es que le aporta beneficios al hombre, entre ellos su cualidad de ser insecticida natural, al comer más insectos que las aves y los murciélagos combinados y controlar así las poblaciones de esos bichos, tras consumir como promedio anualmente unos dos mil, lo cual evita el uso de pesticidas, destacan estudios.

Otro detalle elogioso es el resultado de su labor, pues la telaraña, al tener la seda  gran resistencia y flexibilidad, posibilitó su utilización en muchos países en la producción de partes robóticas y cuerdas de violín.

El hilo por ellas fabricado puede ser más resistente que un filamento de acero de igual grosor y se suele estirar hasta 30 veces sin romperse, arrojaron comprobaciones científicas, afirman sitios digitales.

Agregan que la telaraña se torna más dura cuando tiene contacto con el agua, lo cual desencadenó el desarrollo de experimentos en ciertas latitudes para crear pegamentos y adhesivos de utilidad para la ingeniería submarina e incluso para la cirugía.

La tela de araña puede emplearse también en las más diversas producciones humanas, desde la ropa hasta el músculo sintético en el sector biotecnológico, mientras con la humedad adecuada puede llegar a contraerse y distenderse con una fuerza de golpe 50 veces mayor que la misma proporción de masa muscular.

De acuerdo con Infomed, la clase arácnida comprende las arañas, los escorpiones, las garrapatas y los ácaros y algunas especies de las primeras cuando son perturbadas, provocan, mediante la picadura, alteraciones al hombre, pero pocas ocasionan trastornos graves.

Se relacionan 70 especies del género Loxosceles que son importantes como causa de morbilidad humana y sobresale la llamada viuda negra (Latrodectus mactans), hallada con  frecuencia en México, Cuba, Perú y Chile en pleno campo, aunque algunas prefieren ocultarse entre las ropas y hasta en los asientos de los coches.

Páginas especializadas sostienen que en el mundo existen más de 42 mil especies y 110 familias de arácnidos, sin embargo, el espécimen tiene mucho a su favor, pues según científicos de Estados Unidos y Brasil, el veneno de la araña brasileña “Phoneutria Nigriventer” podría ser utilizado para tratar de forma efectiva la disfunción eréctil.

Ellas se localizan en toda Centroamérica y Sur América y son consideradas las más venenosas del planeta.

Según publicaciones de National Geographic, ocupan el séptimo lugar en cuanto a la diversidad, comparadas con otros organismos, en tanto tienen el cuerpo dividido en dos partes denominadas tagmas, y cuentan con cuatro pares de patas.

La propia fuente fundamenta que durante la prehistoria existieron algunas arañas que podían llegar a medir 50 centímetros, pero actualmente la más grande existente tiene un tamaño de 30 centímetros.

A pesar de que algunas de ellas tienen cuatro pares de ojos, la mayoría no goza de un gran sentido de la vista; viven alrededor de un año y se encuentran en prácticamente todas las partes del mundo, exceptuando la Antártida. (ACN) (Foto: Internet)