Las emisiones de gases de efecto invernadero alcanzaron un nuevo récord el año pasado, lo que pone al mundo en camino de un aumento de temperatura promedio de 3°C. Foto: Reuters.

La década de 2011 a 2020 será la más cálida de la que se tiene registro y el año que termina va camino de clasificar entre los tres más calientes, según un informe de la ONU que advierte que fenómenos como el calor extremo, los incendios forestales, inundaciones y una temporada de huracanes en el Atlántico que batió récords afectaron a millones de personas y agravaron el escenario de la pandemia de COVID-19.

Las emisiones de gases de efecto invernadero alcanzaron un nuevo récord el año pasado, lo que pone al mundo en camino de un aumento de temperatura promedio de 3°C, señala un informe de Naciones Unidas divulgado este miércoles.

El informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), el último en sugerir que el mundo se está precipitando hacia un cambio climático extremo, sigue a un año de extremos climáticos, como la rápida pérdida de hielo en el Ártico, olas de calor récord e incendios forestales en Siberia y en el oeste de Estados Unidos.

El lunes, investigadores del Servicio de Cambio Climático Copernicus de Europa dijeron que el mes pasado fue el noviembre más caluroso jamás registrado.

“El año 2020 va camino de ser uno de los más cálidos registrados, mientras que los incendios forestales, las tormentas y las sequías continúan causando estragos”, dijo Inger Andersen, directora ejecutiva del PNUMA.

El informe anual de “brecha de emisiones” mide el diferencial entre las emisiones anticipadas y las consistentes con la limitación del aumento de la temperatura global este siglo, según lo acordado en el Acuerdo de París de 2015.

Según el pacto climático mundial, las naciones se han comprometido con un objetivo a largo plazo de limitar el aumento de la temperatura promedio a menos de 2 grados centígrados por encima de los niveles preindustriales y realizar esfuerzos para limitarlo aún más a 1,5 grados.

Sin embargo, las emisiones han aumentado en un promedio del 1.4% anual desde 2010, con un alza más pronunciada del 2.6% el año pasado debido, en parte, a un gran aumento en los incendios forestales.

Este año ha habido una caída temporal de las emisiones a medida que las economías se desaceleraron debido a la pandemia de coronavirus.

Es probable que la caída resultante en los viajes, la actividad industrial y la generación de electricidad se traduzca en una reducción del 7% en las emisiones, según el informe, pero eso se traduce en solo una reducción de 0.01 grados en el calentamiento global para 2050.

Días atrás, un informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) refirió que los seis años más cálidos son los registrados desde 2015.

El calor oceánico ha alcanzado niveles récords. En 2020 una ola de calor afectó en un momento dado más del 80 % del océano mundial, ocasionando amplias repercusiones en los ecosistemas marinos ya amenazados por una mayor acidificación de las aguas debido a la absorción de dióxido de carbono (CO2), según el informe provisional de la OMM sobre el estado del clima mundial en 2020.

El informe, que se basa en las contribuciones de numerosos expertos y organizaciones internacionales, ilustra cómo fenómenos de alto impacto, como el calor extremo, los incendios forestales y las inundaciones, así como una temporada de huracanes en el Atlántico que batió récords, afectaron a millones de personas, agravando las amenazas de la pandemia de COVID‑19 a la salud y la seguridad humanas y la estabilidad económica.

De acuerdo con el informe, pese al confinamiento por la COVID-19, las concentraciones atmosféricas de gases de efecto invernadero continuaron aumentando, condenando al planeta a un mayor calentamiento por muchas generaciones más debido a la larga permanencia del CO2 en la atmósfera.

“En 2020, la temperatura media mundial será alrededor de 1.2°C superior a los niveles preindustriales (1850-1900). Hay al menos una probabilidad sobre cinco de que supere temporalmente los 1.5°C en 2024", dijo el secretario general de la OMM, profesor Petteri Taalas.

“Este año es el quinto aniversario del Acuerdo de París sobre cambio climático. Celebramos todos los compromisos que los Gobiernos han contraído recientemente para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero ya que actualmente no vamos por buen camino y debemos redoblar nuestros esfuerzos.

“Los años récords de calor han coincidido generalmente con un fuerte episodio de El Niño, como fue el caso de 2016. Actualmente se está desarrollando un episodio de La Niña, que si bien tiene un efecto de enfriamiento de las temperaturas mundiales, no ha sido suficiente para contrarrestar el calor de este año. Y aunque en la actualidad se dan condiciones propias de La Niña, en este año ya se ha registrado un aumento de las temperaturas casi récord, comparable al récord anterior de 2016”, añadió el profesor Taalas.

En cuanto a los océanos, el contenido calorífico de 2019 fue el más alto registrado en los conjuntos de datos desde 1960. Hay claros indicios de que se produce una absorción más rápida del calor en las últimas décadas. Los océanos absorben más del 90 % del exceso de energía que se acumula en el sistema climático como resultado del aumento de las concentraciones de gases de efecto invernadero, según la OMM.

El director general de la OMM destacó que 2020 ha sido otro año extraordinario para el clima terrestre, con nuevas temperaturas extremas en la superficie terrestre, en el mar y especialmente en el Ártico.

“Los incendios forestales destruyeron grandes extensiones en Australia, Siberia, la costa oeste de los Estados Unidos y América del Sur, y los penachos de humo dieron la vuelta al globo. Se registró un número récord de huracanes en el Atlántico, incluida una aparición consecutiva sin precedentes de huracanes de categoría 4 en el mes de noviembre en América Central. Las inundaciones en algunas partes de África y del Asia sudoriental provocaron desplazamientos masivos de población y socavaron la seguridad alimentaria de millones de personas", concluyó.

El informe provisional sobre el estado del clima mundial en 2020 se basa en datos de temperatura que abarcan de enero a octubre, y la versión definitiva se publicará en marzo de 2021.

Desde mediados de los años ochenta, el Ártico se ha calentado por lo menos dos veces más rápido que el promedio mundial, consolidando así una tendencia a la reducción de la extensión del hielo marino durante el verano en el Ártico, que tiene repercusiones en el clima de las regiones de latitud media.

Los hielos marinos del Ártico alcanzaron su mínimo anual en septiembre, y es el segundo valor más bajo del registro satelital de 42 años. La extensión de hielo marino del Ártico durante los meses de julio y octubre de 2020 fue la más baja registrada.

Los efectos ambientales negativos en la tierra incluyen las sequías, los incendios forestales y las turberas, la degradación de la tierra, las tormentas de arena y polvo, la desertificación y la contaminación atmosférica, con implicaciones de gran alcance para la naturaleza y la vida silvestre. Los efectos en los sistemas marinos son, entre otros, la elevación del nivel del mar, la acidificación y la reducción de los niveles de oxígeno de los océanos, la destrucción de los manglares y la decoloración de los corales.

Según el Fondo Monetario Internacional, la actual recesión mundial causada por la pandemia de COVID-19 dificulta la promulgación de las políticas necesarias para la mitigación, pero también ofrece oportunidades para llevar a la economía por un camino más verde a fin de impulsar la inversión en infraestructura pública ecológica y resiliente, favoreciendo así el producto interno bruto (PIB) y el empleo durante la fase de recuperación.

Noviembre de 2020 ha sido el mes más cálido en todo el mundo desde que se tienen registros