Peloteros cubanos

Luego de conocerse la conformación definitiva de los equipos para la postemporada todo está listo para lanzar al aire los pronósticos, siempre engañosos, pero igual de seductores.

Cansados estamos de ver grandes incorporaciones que a la postre no han aportado lo suficiente, y el ejemplo más cercano lo tenemos en Cienfuegos, que a nuestro juicio fue quien mejor se fortaleció en la primera toma de refuerzos, y sin embargo quedó en el camino. La responsabilidad no es de quienes entraron a última hora, pero no pesaron como debieran para sostener a un plantel que respiraba cómodo en las primeras posiciones casi desde que arrancó el campeonato.

Dicho esto, de todas maneras hay que lanzarse a la piscina para evaluar los topes Camagüey-Industriales y Matanzas-Las Tunas.

Se ha repetido bastante que los capitalinos arrasaron a los camagüeyanos en la temporada regular, incluso que los Azules le han bateado bien a Lázaro Blanco, ahora la principal carta del plantel agramontino, y eso es cierto. Sin embargo, el propio Blanco debe ser el primero mentalizado en revertir los resultados más recientes frente a los Leones, que aparentemente salieron peor parados en esta ronda de refuerzos e, inexplicablemente desde nuestra perspectiva, escogieron más jugadores de posición que serpentineros.

La experiencia en este tipo de cruces vale mucho, y los Toros llevan demasiado tiempo sin vivir esta adrenalina, por eso creo que el favoritismo está del lado de los citadinos, pero si pierden un juego en el Latino puede haber de todo.

En el otro cruce es más difícil aún dar un pronóstico. Matanzas se impuso en la serie particular, pero los Leñadores están más hechos para juegos de alta tensión.

Los lanzadores escogidos en la jornada del viernes pueden inclinar definitivamente la balanza hacia los tuneros, que han conformado así un cuerpo de lanzadores bastante profundo y variado.

Aquí también me inclino por la novena más curtida en este tipo de situaciones, pero al igual que en la otra semifinal, es vital imponerse las dos veces en casa, porque a solo cinco juegos luego es bien complicado remontar, más aún cuando hablamos de los Cocodrilos, que han sido casi indescifrables en su pantano.

Esto es en la teoría, veremos si cuando regresen de las vacaciones de fin de año quienes cerraron en alto se mantienen así.