Pelota de béisbol

Este sábado comienza la gran final de la pelota cubana en los predios del Julio A. Mella, en la provincia de Las Tunas. Los dos mejores conjuntos de esta serie nacional han llegado a puerto seguro después de grandes tempestades provocadas por la tremenda paridad existente entre los equipos participantes desde el mismo comienzo de la justa.

Atrás quedaron hundidas flotas enteras después de encarnizados combates envueltas en sus banderas provinciales, quedaron pasiones flotando en la marea brava que generaron las euforias colectivas, y sueños astillados esparcidos por toda la geografía nacional.

Leñadores y azucareros están a salvo. Combinando a su favor todos los aspectos de juego, sacando la casta en momentos cruciales, seleccionando con acierto refuerzos y apoyados en finas estrategias, han llegado hasta aquí, y solo uno de ellos podrá sentarse en el trono de la Serie Nacional y exhibir con orgullo su cabeza adornada con coronas de laureles.

A partir de este sábado sabremos si se recuperan viejas dinastías o si se construyen nuevas; sabremos si los reinados de estos tiempos se conquistan derribando árboles en los bosques o moliendo caña en los centrales. ¿Quién será el nuevo campeón de la pelota cubana?

En este punto ya no valen las estadísticas, no dicen nada los números. Ahora las fórmulas solo suman motivaciones o empujes psicológicos, y restan tensiones o presiones externas.

Las tropas están bien equipadas, ocho refuerzos son más que suficientes para los que han tenido la calidad para llegar a este punto. La tanda ofensiva de los leñadores es un dolor de cabeza para cualquier lanzador. Hombres con altos porcentajes de embasado, oportunos, y con fuerza al bate pululan en su alineación. Los naranjas no se quedan atrás, remolcadores natos, zurdos, y hombres con olfato en el cajón de bateo, sobran en sus filas.

Ambas nóminas exhiben lanzadores abridores de experiencia en estas lides y relevistas  avalados. Tienen banca, jugadores rápidos, buenas aficiones y directores enfocados, con prestigio y poseedores de un sexto sentido para este deporte.

Nadie conoce el desenlace, los pronósticos están impregnados hasta el tuétano por deseos personales y anhelos territoriales. La única verdad es que este sábado, a las cuatro de la tarde, Erlis Casanova estará en la lomita por los leñadores orientales, y Alain Sánchez lanzará pelotas por los azucareros del centro. Nos vemos en el estadio.