Pancho Amat

La exhibición incluye 12 instrumentos pertenecientes a artistas que han interpretado el tres en distintas etapas de la música cubana así como la presentación de otros dos, recientemente incorporados a la familia del tres, gracias a la maestría de nuevos de la familia del músico e investigador Efraín Amador.

Para la exhibición, que llegará de manera itinerante a otras provincias del país, artistas visuales de la nación caribeña se basaron en la personalidad de los treseros, para dotar de color y nuevos diseños pictóricos los instrumentos sin perder su forma.

En tanto, la colaboración entre el curador de la muestra Jorge Mata y lutieres del proyecto Guayabo, radicado en el municipio habanero de Arroyo Naranjo, dio como resultado la creación del tres soprano y el tres bajo, lo cual pondera la importancia de este instrumento, uno de los autóctonos de Cuba junto al bongó.

El tres es un instrumento cordófono y se deriva de la guitarra clásica española introducida en Cuba durante la conquista española, pese a ser uno de los dos instrumentos típicos de la isla, no se le ha dado relieve en toda la magnitud que merece no obstante su ejecución ha aportado distinción a la paleta de sonoridades de la música cubana.

De acuerdo con el curador de la muestra para la exposición contaron con la ayuda de Amador, uno de los mayores estudiosos de este artefacto en la nación caribeña, quien creó la cátedra del tres y promovió su estudio en las escuelas de arte.

Entre los artistas de la plástica participantes en la muestra, resaltan Arturo Montoto, Jorge Luis Perugorría, y Miguel Ángel Couret, mientras resaltan los instrumentos del músico holguinero Juan de la Cruz Antomarchi y El Niño Rivera, un adelantado a su tiempo que se posicionó a la vanguardia de la música insular.

Los lutieres de Guayabo han entregado instrumentos a todas las escuelas de arte del país, y para mantener su trabajo utilizan en la mayoría de las ocasiones material desechable o residuos.