Ballet Nacional de Cuba

La magia y el esplendor del Ballet Nacional de Cuba (BNC) liderado por Viengsay Valdés en el Teatro Tívoli de Barcelona ha sido reconocida por la revista The Luxonomist, en un artículo titulado «Viengsay Valdés, un rayo de luz que acapara los sentidos», del periodista Josep Sandoval.

La revista The Luxonomist exalta a la subdirectora artística y primera bailarina de la compañía, y califica de extraordinaria la apertura de una temporada de El lago de los cisnes, en el mentado coliseo.

«La sola aparición de Valdés en escena es como un rayo de luz que acapara todos los sentidos, así lo vivió la audiencia sumida en un silencio memorable que se soltaba al final de cada una de sus apariciones y con la platea puesta en pie al final de la función», relató el periodista Josep Sandoval.
De acuerdo con Sandoval, la versión coreográfica de Alicia Alonso en tres actos y un cuadro deviene una de las realizaciones más completas del ballet. Al decir del periodista, todo el conjunto demuestra disciplina inquietante, un rigor a prueba de exigentes y un concepto de la estética en grado sumo.

Sandoval elogia la seguridad y aplomo que demuestra Valdés en sus solos y la participación en pareja, mientras a Dani Hernández lo define como ‘el príncipe por identidad propia: pureza de gestos, rigor presencial y elegante estilismo, de modo que si la bailarina ya es una estrella, su pareja brilla a su misma altura’.

De acuerdo con el reportero:

    «Por su parte, las apariciones de Valdés son espectaculares y bien diferenciadas. El cisne blanco es sensibilidad, aleteo de plumas, fragilidad, dulzura, mientras que el negro es furia, rencor y rescoldos de maldad. Viengsay es tan buena y tan perfecta que se permite trabajar sus personajes desde una dramaturgia paralela. Compone movimientos a la vez que interpreta el sentimiento de esta doble sensibilidad, según el hechizo la libere del poder del brujo o baile bajo su influencia.

    Pero todo elogio es poco para una compañía que brilla en su conjunto tanto como en los números solistas, donde la perfección es norma habitual. Poco o ningún defecto se aprecia en el grupo donde brilla con luz propia la presencia de los cisnes, una imagen casi mágica elaborada con angelical sensibilidad: sus apariciones corales son dignas de recordar por la simetría de sus composiciones y la realización de las danzas. Una nueva visita la del Ballet Nacional de Cuba a agradecer por su nitidez, profesionalidad, técnica y rigor, algo a lo que nos tiene acostumbrados la compañía».

El conjunto artístico cubano ha cosechado críticas muy favorables a su paso por Oviedo, el País Vasco, Sevilla y Madrid, donde los medios calificaron de deliciosa la versión de La cenicienta, del coreógrafo Pedro Consuegra, obra también prevista para exhibirse en próximos días, en Barcelona.