Un concierto de William Vivanco en el Pabellón Cuba el próximo viernes 24, a las 6 de la tarde, será el cierre del VII Coloquio Internacional La diversidad cultural en el Caribe “Revolución y rebelde”.
Según conoció Radio Cadena Habana, el cantautor santiaguero presentará su disco Trece con Magia durante la clausura del evento, que tiene lugar esta semana en Casa de las Américas, convocado por el Centro de Estudios del Caribe.
Se trata del cuarto fonograma del reconocido músico que ha colocado buena parte de las sonoridades aprendidas desde su niñez, hasta las más actuales, dejándonos un exquisito sabor a Cuba en diferentes épocas y estilos rítmicos.
En trece temas William Vivanco expone muchas de las mezclas melódicas criollas, en las cuales no es difícil encontrar sus raíces cerca del Tivolí, en Santiago de Cuba, así como su tributo a grandes maestros del pentagrama de nuestra Isla.
La originalidad creativa para incorporar desde su garganta sonidos similares a instrumentos musicales es lo primero que atrapa al escuchar a este trovador, mientras sus dotes vocales y sus textos terminan hechizando a los espectadores.
Uno de los momentos más atractivos de Trece con magia es, sin dudas, cuando el anfitrión se hace acompañar de Israel Rojas para cantar un charlestón a lo cubano, pero en otras piezas también están invitadas personalidades del amplio catálogo sonoro nacional.
Es por eso que quienes asistan al concierto del próximo viernes en el Pabellón Cuba, a las 6 de la tarde, disfrutarán de una verdadera constelación de estrellas como Kelvis Ochoa, José Luis Cortés, Michel Fragoso, Jesús Cruz y David Torrens.
El disco que anunciamos fue producido por el percusionista José Ángel Blanco y participaron, en su realización, integrantes de las agrupaciones Habana Abierta e Interactivo.
"Changüí en París", "Samba de los cotuntos", "Tu danzón", "Palo haitiano", "Fabula mariposa" y "Chaleston 21", son algunos de los títulos que muestran la concurrencia de sonidos nacionales y foráneos expuestos por William Vivanco para asegurarnos que siempre estamos siendo influidos e influyendo, sin perder la brújula de nuestra identidad.
