Coreógrafa cubana Lizt Alfonso

La directora y coreógrafa cubana Lizt Alfonso prepara hoy a su compañía homónima para asumir un proyecto de colaboración con conjuntos de Hispanoamérica.

El punto de inicio de ese plan podrá ser apreciado por el público, del 1 al 3 de junio, y del 7 al 10, en el Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso, donde la distinguida agrupación Lizt Alfonso Dance Cuba (LADC) compartirá la escena con dos artistas invitados del Ballet Nacional de Panamá.

Los bailarines Edgar Santamaría y Yahir Castro parecen encantados con el rigor y la versatilidad de la compañía cubana, defensora de un estilo que Alfonso denomina fusión pues aúna elementos del flamenco, el ballet, la danza contemporánea, el folclore y disímiles bailes populares.

Aquí vemos mucho talento y una manera de trabajo muy profesional, valoró Santamaría luego de considerar esta invitación como una oportunidad enriquecedora para su carrera, incluso por la intensidad de los ensayos y la diversidad en cuanto a demanda coreográfica.

Los artistas panameños se aprestan para participar en algunas de las partes más románticas del espectáculo Latido, idea original, dirección y coreografía de Alfonso, sobre música compuesta expresamente para la obra por uno de los principales exponentes del jazz latino a nivel mundial, el saxofonista cubano César López.

A un año del estreno de esta pieza, la creadora decidió retomarla e incentivar a los jóvenes bailarines de su compañía mediante un juego: ni el público ni los artistas sabrán quién baila hasta momentos antes de cada función.

No hay una fórmula fija, eso los ha obligado a mantenerse muy concentrados y activos mental y físicamente, comentó Alfonso durante un encuentro con medios de prensa.

La maestra sabe que ese juego entraña riesgos pero está dispuesta a asumirlos en aras de fomentar mayor compromiso con la obra artística y la compañía que fundó en esta capital hace 26 años, en medio de muchas incertidumbres y escaseces económicas.

Ninguna insuficiencia logró convertirse en barrera para el desarrollo de una agrupación que ha defendido con éxito la cultura cubana en escenarios de los cinco continentes.

Quizás por ello no extraña el empeño de la directora por demostrarle a los jóvenes bailarines la importancia del crecimiento espiritual en tiempos en los cuales se ponderan los intereses materiales, y cuando la compañía dispone de recursos mínimos garantizados y hasta de una hermosa sede en el centro histórico de La Habana.

Otra sorpresa de los venideros espectáculos constituirá el regreso a los escenarios de Idania la Villa, quien fuera primera solista del Ballet Nacional de Cuba y hace años aporta a LADC desde el magisterio.

Además, participarán en roles de solistas dos de los competidores del programa de televisión Bailando en Cuba 2: Yordano Burgar y Yadian Rodríguez.

Junto a ellos, aparecerán figuras ya conocidas del conjunto como las primeras bailarinas Yadira Yasell, Sandra Reyes y Massiel Yedra, entre otras.

Del contraste entre la vida y muerte nació Latido, una obra de una hora estimada de duración en la que Alfonso propone recorrer un camino de emociones a través del tiempo, concebido este como un personaje dentro de la pieza, tan vital como lo es para cualquier ser vivo.