Cuando se habla de Ciencia hay que hacerlo con respeto. Muy fácil para los periodistas escribir en unas líneas el desarrollo de la ciencia en Cuba cuando tras esos avances, productos farmacéuticos se hallan horas de desvelo por la lectura, la investigación, interminables ensayos clínicos, vicisitudes económicas. Para el reportero lo único difícil sería la síntesis. En 60 años de Revolución, la ciencia tanto como el deporte y la cultura ha llevado a esta pequeña isla a planos solo alcanzables para países desarrollados.
El sector biomédico constituye el que mayores logros exhibe pues nuestra ciencia tributa al bienestar del individuo, a resolver los principales problemas de salud de la población. Tres de los productos de la Organización Superior de Dirección Empresarial (OSDE) BIOCUBAFARMA han removido los tratamientos, han atraído la atención.
Theravac-VIH, una vacuna que busca reducir la carga viral en pacientes seropositivos, y sustituir el tratamiento de varios métodos combinados por uno único constituye logro de la ciencia cubana que junto a la eliminación del contagio de madre a hijo por la vía del parto del VIH propinan duros golpes contra la epidemia.
CIMAVAX, otra vacuna desarrollada en la Isla, precisamente contra el cáncer de pulmón puso la mirada atónita de la comunidad científica internacional en nuestra geografía, tanto así que hasta los norteamericanos se han mostrado colaborativos.
“Los datos muestran que la vida se ha prolongado, especialmente en pacientes menores de 60 años, con una supervivencia media de 18,53 meses en los vacunados en comparación con los 7,55 meses para los no vacunados”, explicó entusiasmado el doctor Kelvin Lee, director del Departamento de Inmunología de Roswell Park, en Estados Unidos.
250 mil personas en el planeta han disminuido el riesgo de amputación de sus miembros inferiores por haber usado un producto cubano, específicamente el Heberpot-p, medicamento único de su tipo a escala global, utilizado en el tratamiento de la úlcera en el pie diabético.
Uno de los resultados más relevantes de la Revolución Cubana es sin duda la formación humana y el desarrollo profesional y científico, esbozada como política por el Comandante en Jefe Fidel Castro, el 15 de enero de 1960, cuando planteara: “El futuro de nuestra Patria tiene que ser, necesariamente, un futuro de hombres de ciencia”.
